7- Viernes 18/05/2007, el Día D

Había llegado el gran día, que tanto habían esperado las últimas semanas. Ya tenían las máquinas más o menos sorteadas y reparadas, las tarjetas técnicas estaban todas impresas, los folletos e impresiones para pegar en el pasillo y en el hall principal del Centro de Formación Profesional también estaban listos. No faltaba mucho. Bueno, en realidad faltaba un montón, y eso en muy poco tiempo, tan solo un par de horas, que tenían disponible ese viernes.

El viernes a las 18hs transportaron todas las cosas. Su primer viaje fue con el Dodge 1500 y el auto del padre de Alejandro. Llegaron a las 18:30, donde aún daban clases. Los cursos finalizaban a las 21hs, y recién a partir de esa hora podían comenzar a trabajar en las 4 aulas que tenían a disposición: un aula de depósito, otro aula para la exposición en sí, otro para la proyección de videos comerciales y otro para sala de juegos. Tuvieron la buena suerte que el mejor amigo de Alejandro, Fernando, se ofreció para ayudarlos durante el evento, entre otras personas que se encontraban en Centro. Sin la ayuda de él no lo podían haber logrado. A eso de las 19hs pasaron a buscar la segunda tanda de computadoras con el Dodge 1500 y con un Peugeot Partner que le pertenecía al vicedirector del Centro (muchas gracias !). Cargaron las últimas cosas, e hicieron el segundo y último viaje… para quedarse allí un bueeeeen rato. Desarmaron íntegramente el aula de exposición, que estaba repleto de PCs (como 30 máquinas) y muchas sillas. Las PCs estaban conectadas en red y debían ser identificadas con sus respectivos monitores y accesorios, para evitar posibles problemas de “incompatibilidad” al reacomodar todo luego del evento.

Pronto llenaros el suelo del aula de depósito con las PCs que se acumulaban indefinidamente. Una vez vacío el aula de exposición, dieron una buena limpieza con escoba y lampazo, ubicaron otras mesas para armar una “U”, y Ernesto comenzó a ubicar las primeras máquinas. Alejandro se encargó de preparar el aula de juegos, ya que había que instalar en varias PCs los emuladores de la C64 y poner en funcionamiento ciertas roms de juegos conocidos como el Out Run, Tapper, PacMan, Giana Sisters, y otros hits de esa época. Algunas máquinas no tenían parlantes o no estaban bien configuradas, cosa que Ale remedió en un rato. Pronto la sala de juegos fue tomando "forma y color", y la música y sonidos que salían de allí se escuchaba desde las otras salas, donde Ernesto y Fernando seguían con sus cosas. De a poco, todo iba tomando vida.

Mientras Fernando se encargada de preparar el aula de proyección de videos y acomodar la vitrina y pegar los folletos e impresiones en el pasillo y hall principal, Ernesto luchaba con la infinidad de cables, conectores y máquinas que tenía a su cargo. Cuando Alejandro terminó con la sala de juegos, se encargaron juntos de acomodar y conectar las compus de la colección que estaban esparcidas por todos lados. Las máquinas en sí no eran el problema, sino la infinidad de cables de alimentación, de video, audio, zapatillas y otras cosas que no llegaron a organizar bien por la falta de tiempo. Pero pronto también el aula de exhibición fue tomando forma, y las primeras compus entonaban sonidos y presentaban colores.

Fernando ya tenía lista la sala de proyección; el aula estaba limpia, las sillas fueron ubicadas como en un pequeño cine, la mesa en el medio alojaba el cañón proyector, y las ventanas estaban "camufladas" con papel acartonado que impedía el ingreso de luz. Pero algo sumamente importante faltaba... no teníamos ningun reproductor de videos tipo "flash" que permita armar una playlist y reproducir la imagen en pantalla completa ! Esto era para nosotros algo sumamente importante, y Fernando se puso a buscar en la web...

Ya habían estado trabajando un par de horas, cuando Ernesto distinguió las caras de hambrientos que todos tenían, y salió a comprar dos docenas de empanadas, de todos los gustos, y unas gaseosas. En poco tiempo se habían deborado todo, y con nuevas energías emprendieron la recta final. Poco tiempo más tarde, Fernando había encontrado un reproductor que cumplía con los requerimientos, cosa que nos alivió mucho. Ernesto y Alejandro habían terminado de acomodar todas las máquinas con sus respectivas tarjetas técnicas. Eran cerca de las 2 AM, y todos estábamos cansados pero contentos de nuestro logro. Al día siguiente, Ernesto y Alejandro debían levantarse temprano...


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